He aquí el texto sobre la Guerra de Ifni-Sahara, que
mi sobrino Diego Salvador Conejo ha dejado en su página web http://www.diegosalvador.com/ el la
sección Mundo Actual.
Dice así:
El territorio de
Ifni está en la misma latitud que las Islas Canarias, y se extendía en
forma rectangular de Norte a Sur unos 70 kilómetros y de
Oeste a Este otros 25
kilómetros . Es un terreno montañoso, semejante al Rif
del norte de Marruecos, donde las estribaciones del Gran Atlas se hunden en el
océano Atlántico.
En abril de 1956 España
había concedido la independencia a la parte
de Marruecos que caía bajo su protectorado, en la costa mediterránea.
España había creado en Ifni una ciudad fuertemente defendida y repleta de zocos
en su interior, Sidi- Ifni. En 1957 la ciudad semejaba una pequeña
Melilla. Ya por entonces comenzaron a proliferar en el territorio grupos
favorables a un levantamiento contra la potencia colonial española, y alentados
por Marruecos.
Desde el año de la independencia
marroquí se habían detectado rumores en los zocos donde se localizaron
concentraciones, incidentes y hasta ametrallamientos nocturnos de los
puestos fronterizos. Sonaban tambores de guerra, pero España, todavía
maltrecha, no podía sostener sola una guerra larga y a la postre cara en un
territorio tan alejado de sus bases peninsulares. Ifni Estaba próxima al Sahara
español, sí, donde tampoco estaban como para tirar cohetes. Si bien la
negociación parecía la solución más adecuada, no hubo tiempo para ello.
El Gobernador de Ifni,
intuyendo la que se avecinaba, solicitó el aumento de guarnición, de la
que comenzaban a desertar los marroquíes que la componían en parte,
llevándose consigo el armamento y la munición. Los insurrectos tenían
pensado pasar a cuchillo a la población española de la
ciudad de Sidi- Ifni, contando con rebeldes dentro de la plaza, pero fracasaron
en su empeño, puesto que sin lugar a dudas los defensores de la
ciudad fueron avisados.
Además los insurrectos,
desde Goulimín, al sureste de la frontera de Ifni, fracasaron en
el asalto a Sidi- Ifni la noche del 22-23 de noviembre de 1957. El cerco de
Sidi- Ifni había comenzado. Dos banderas más de la Legión llegaron a las
posesiones españolas antes del comienzo de las hostilidades (la Sexta Bandera llega
a Ifni, en tanto que la
Segunda se unió a la Cuarta y la Decimotercera en el
Sahara español). También se desplazaron a Ifni una bandera paracaidista y un
regimiento de Infantería.
Aunque la incursión marroquí
contra Sidi- Ifni fue rechazada, los puestos avanzados
cercados fueron abandonados o perdidos ante el ataque enemigo,
en tanto que Tiliuin, Telata y Tagragra permanecieron bajo
estrecho asedio. Pasada la sorpresa inicial, los españoles se repusieron,
aunque la guerra duraría varios meses, pero ya sin ninguna posibilidad de
victoria final...para ninguno de los dos bandos.
Cuando a Franco le
comunicaron que los guerrilleros del Ejército de Liberación
Saharaui (miembros del partido nacionalista marroquí Istiqlal, respaldado
por el sultán Mohamed V y dirigido desde la sombra por el príncipe Muley
Hassan, futuro Hassan II), habían lanzado un ataque general contra
Ifni, ordenó al almirante Carrero Blanco, ministro de la Presidencia , evitar
a toda costa un baño de sangre que provocara la guerra con Marruecos, pues
de ningún modo podía permitírsela. No había medios para ello.
Los defensores
españoles al comienzo del conflicto no debían llegar a 2.000 efectivos, y
su penuria de medios era escandalosa. Los transportes de la Bandera
Paracaidista se reducían a dos jeeps, dos camiones Ford y una ambulancia.
Los soldados utilizaban viejos rifles Mauser. Para los escasos ejercicios
de tiro recibían sólo diez balas y al terminar debían entregar los casquillos
o devolver los proyectiles sobrantes. Los aviones eran anticuados Junker y
Heinkel, letales para sus usuarios.
Los "soldados hacen toda
clase de servicios e instrucción en alpargatas", según el informe
del jefe de la II
Bandera Paracaidista.
Desde la Península fueron llegando,
una vez rotas las hostilidades, combatientes, armamento y material hasta llegar
a un contingente de 10.000 hombres, entre ellos las principales fuerzas de
elite del ejército español, la Legión y los Paracaidistas de los
Ejércitos del Aire y de Tierra, pero también soldados de reemplazo. Mientras
llegaban los refuerzos, la I Bandera paracaidista del Ejército de
Tierra recibía su bautismo de fuego en las operaciones de ataque
a los puestos del interior que habían caído en manos de los marroquíes, y trataban
de crear una malla infranqueable alrededor de la capital del
territorio.
La liberación de Telata de
Isbuía y de los otros puestos sitiados costó decenas de vidas. La
mayoría de los muertos eran jóvenes soldados de reemplazo, cuyo sacrificio
fue infructuoso. Franco había llegado a la conclusión de que aquellos
fortines eran indefendibles, y en su obsesión por evitar la
guerra con Marruecos prohibió su recuperación y ordenó que fuesen
dinamitados. Las tropas se retiraron a Sidi- Ifni y dejaron el resto
del territorio en manos de Marruecos. Aquello olía al desastre de Annual de
1921, que afortunadamente, no se repitió en este caso.
En enero de
1958, Marruecos redobló su interés por la campaña
del Ejército de Liberación Saharaui contra España, reorganizando dichas
unidades militares, bandas incontroladas, como las llamaban desde el lado
español. Mientras tanto, la Novena Bandera de la Legión es enviada al
Sahara español a reforzar las tropas allí estacionadas. El 12 de enero, una
columna del Ejército de Liberación atacó a la guarnición
española en El Aaiún. Pero aquí las tropas españolas estaban mejor
organizadas y disponían de mayor número de pertrechos, con lo
que rechazaron el ataque. La columna marroquí rechazada centró sus
esfuerzos en el sudeste de la colonia, pero en la batalla de Edchera, al
día siguiente, volvieron a ser derrotados por la XIII Banderade la Legión.
En febrero de
1958, tropas franco-españolas lanzaron una
importante ofensiva que desmanteló al Ejército de Liberación
Saharaui. Los primeros reductos en caer fueron las fortalezas montañosas
marroquíes entre Tan-Tan y Saguia el Hamra. El 10 de febrero,
la Legión expulsó a los marroquíes de Edchera y ocuparon a
continuación Tafurdat y Smara. El ejército español, avanzando desde El
Aioún y desde Villa Cisneros, conjuntamente con los franceses, que atacaron
desde Fort Gouraud, destruyeron las concentraciones del Ejército de
Liberación Saharauientre Bir Nazaran y Ausert.
Como
en Alhucemas, españoles y franceses volvían a colaborar.
España continuó ocupando una pequeña
parte del territorio abandonando definitivamente todos los puestos y zocos
del interior a Marruecos. No hubo ni vencedores ni vencidos. En el bando
español hubo más de 800 heridos, desaparecidos y muertos.
España mantuvo la posesión de
Ifni hasta 1969, hasta la entrada en vigor resolución 2072 de las Naciones
Unidas de 1965 en la que instaba a la descolonización de Ifni y el
Sáhara Occidental. Sin embargo, el control español sobre el Sahara Occidental
duró hasta que, de acuerdo con Marruecos, se firmaron los Acuerdos de
Madrid de 1975, entre España, Marruecos y Mauritania. Era el origen de un
conflicto que a día de hoy (septiembre de 2013) sigue sin concluir.