miércoles

Conmemoración del 19 de febrero


Salto paracaidista en guerra en Erkun (Sidi-Ifni 1958)

Un relato con fotos facilitado por el veterano paracaidista del 12º curso del E.T. José Luís González Vicente.


"La importancia de la fecha del 19 de febrero, para un paracaidista de la Bripac, excombatiente de Ifni, no podía dejar pasar por alto la conmemoración del único salto paracaidista en guerra, que la hoy Bripac, antes Banderas Paracaidistas, han efectuado en toda su historia.

Un salto en el que intervinieron los tres ejércitos. El Ejército del Aire, con sus Junkers-52, llevando paracaidistas, y los Heinkel 111 conocidos como "Pedros", ametrallando la zona de salto y alrededores, así como los Messerschmit, conocidos como "Buchones".


El Ejército de Tierra, con la actuación de la Primera Compañía de la Primera Bandera, al mando del entonces capitán D. Prudencio Pedrosa Sobral, con el apoyo sobre tierra de la Segunda Bandera Paracaidista, La Legión, los Tiradores de Ifni y otras fuerzas.

El Ejército del Mar, con la actuación del crucero Galicia y el destructor Almirante Miranda, aunque de los ochenta y ocho obuses lanzados, solo llegaron once de ellos a explosionar.
El operativo que el Mando decidió para esta ocasión, fue el que se detalla a continuación:



Así que llegado el día 19 de febrero de 1958 y tras varias dilaciones sobre si se saltaba o se suspendía el salto, en el aeródromo de Sidi-Ifni, los motores de 13 aviones Junkers-52 de la 36 Agrupación del Ejército del Aire, de Gando (Las Palmas), atronaban el aire con un ensordecedor ruido de motores, mientras que nosotros, los de la 1ª Cía. de la Primera Bandera de Paracaidistas del E.T., al mando del Capitán D. Prudencio Pedrosa Sobral (fallecido en 2004 como Teniente General), nos preparábamos con el equipo de salto y de combate.

A todo esto el Capitán Pedrosa cambiaba impresiones con sus tenientes para la acción que se iba a realizar.
Primera Sección; el Teniente Ricardo Boñita Benito. En esa sección estaba encuadrado J.L.G. Vicente.
Segunda Sección; el Teniente José Galera Sánchez Serrano. A esta sección pertenecía J. Conejo López.
Tercera Sección; el Teniente Pablo Cayuela Fernández.
Quinta Sección de ametralladoras; el Teniente Juan Antón Ordoñez.

A las 14.00 horas del mencionado día 19 de febrero de 1958 embarcábamos la 1ª Compañía y la sección de ametralladoras, en los 13 Junkers dispuestos.
La importancia dada al salto por el Mando, lo acredita el hecho de que hasta tuvimos observadores. Como "Observadores" venían en otro avión, el Teniente Coronel Jefe de la Agrupación D. Ignacio Crespo del Castillo; el Capitán de Estado Mayor D. Juan Antonio Gómez-Zamalloa Menéndez, y un periodista inglés llegado para cubrir la información.
Llegado el emocionado momento, los Junkers despegan adentrándose en el mar para al cabo de un rato girar a la derecha de la marcha y situarse sobre la vertical de la zona de Tabercut sobrevolando sobre la cabila de Erkunt.
Cerca de allí en tierra, estaba La Legión en apoyo del inminente lanzamiento de paracaidistas.


Detrás del Capitán Pedrosa todos los demás saltaron como un solo hombre. ¡¡Abajo valientes!!


Y allá van los componentes del 12º curso de paracaidistas del E.T. que con solo los saltos reglamentados del curso en Alcantarilla nunca han vuelto a saltar hasta ahora, siendo este el primer salto en la Bandera y el primer salto en guerra.
Los sentimientos se entremezclan y en ese momento no hay tiempo para analizarlos. El "tira palante que viene el comandante" es lo que impera y así lo hacemos.
La toma de tierra se produjo de un modo dispar. Mientras unos no tuvieron ninguna anécdota que contar, otros cayeron encima de las chumberas como Espí y yo mismo, con pinchos enormes que se nos clavaron precisamente allí y que tardaron en ser expulsados. Alguno que otro como Lusilla, cayeron encima de los tejados de las casas morunas y se rompieron algún que otro diente.
Otros.....bueno, otros cayeron en distintos lugares, pero todos nos agrupamos enseguida al lado de los oficiales de cada Sección, iniciándose rápidamente la marcha sobre el poblado, al mismo tiempo que se escuchaban las explosiones y tiroteos de las fuerzas que actuaban por otros lugares de la zona.
Al poco rato, con la huida de los moros, se hizo la calma, tomamos posiciones en las alturas construyéndose unos parapetillos con piedras, y......¡! Se hizo un silencio impresionante¡!

El Capitán Pedrosa nos dijo después, que los de los barcos se habían emocionado al contemplar el espectáculo, jaleándonos desde las cubiertas de los mismos. Pero nosotros ni nos enteramos, claro.

Yo no sé a vosotros, pero a mí, el recordar aquellos acontecimientos, me produce un escalofrío de emoción, al mismo tiempo que se eleva a la enésima potencia el sentimiento de orgullo paracaidista del E.T. y no puedo por menos que gritar, bien alto y claro:
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
¡¡¡VIVA LA BRIPAC!!!

Y así finalizó la operación Pegaso. Solo un pequeño grupo de moros se atrevió a disparar algún tirito, pero fue abatido por los de las ametralladoras. Los demás salieron por piernas de allí, más bien por patas de camello y algún que otro vehículo destartalado.

El trato dado por nosotros a los nativos no contendientes de la cabila de Erkúnt, fue sumamente correcto. No les molestamos en absoluto. No les dejamos sin gallinas ni nada (entonces ya no pasábamos hambre....), incluso se les hizo alguna carantoña a algún niño poniendo de manifiesto que para nosotros, eso de "enemigos" nunca lo habíamos sentido como tales.

Sobre las 20.00 horas de la tarde-noche y una vez que se reunieron con nosotros las fuerzas del Capitán Quintas Gil y que recogimos los paracaídas que habían quedado tirados en el suelo, entonces se procedió a dar media vuelta para encaminarnos en camiones de regreso a Sidi-Ifni. Llegamos a las 22.00 horas de la noche más contentos que unas pascuas sin saber en ese momento que la Operación Pegaso había tenido un alto precio en sangre.

Los paracaidistas muertos en combate en Erkunt fueron:
Los cabos; José González Hoosrtigüela y Pedro González Jordán, y el C.L.P. Francisco Mestre Monteagudo.
A ellos tres y a todos nuestros compañeros muertos, heridos y desaparecidos en los distintos combates llevados a cabo en la Guerra de Ifni, mi homenaje más profundo, en la seguridad de que nunca serán olvidados.

José Luís González Vicente ante una placa recordatoria del lema paracaidista, situada en las escalerillas que daban acceso a las Compañías en Sidi-Ifni".

FIN.