lunes

19 de febrero de 1958


AQUEL HISTORICO SALTO DE GUERRA EN ERKUNT

Por José Luís González Vicente.

Excombatiente en Ifni, medalla campaña, salto de guerra en Erkunt

(19 de febrero de 2018. Hoy se cumplen 60 años)

“Aquel día 19 de febrero de 1958, amaneció radiante y tranquilo, ¡menos mal..! pues, solo faltaba que el viendo del desierto, el Siroco, se hubiera adueñado del ambiente y nos dejase a todos metidos en casita”.
“Nadie,  salvo el mando, sabía que se avecinaba una acción de guerra paracaidista, que los del curso 12º y los demás, claro, no olvidaríamos nunca”.

“El destino nos tenía preparada una sorpresa que si bien a todos nos satisfacía  dada nuestra vocación paracaidista, la misma estaría cubierta de dolor y muerte, pues, algunos compañeros de la 2ª Bandera que andaban por la zona de Erkunt, batiéndose el cobre, nunca volverían vivos”.
 Estábamos en los comienzos del año 1958. Un buen grupo de jóvenes paracaidistas de entre 20 y 22 años sobre todo del curso 12º, ( Yo tenía 21..),

Acto de la conferencia del veterano José Luís González  Vicente sobre el salto sobre Erkúnt.

Ya sabíamos lo que era que las balas te silbasen por encima de la cabeza rompiendo ramitas y perdiéndose en la lejanía. También como los sanitarios retiraban herido a algún compañero.

Pero sobre todo, sabíamos de como muchos compañeros de otras compañías y de la 2ª Bandera, habían muerto en combate.  Eso era lo peor.

Los episodios de Ortiz de Zarate en Telata, las operaciones PAÑUELO, NETOL, GENTO, DIANA, SIROCO, nos habían dado un tinte de veteranos paracaidistas de verdad, pero ...

Sin embargo, nunca habíamos realizado una operación netamente paracaidista, propia de nuestra especialización. Somos de Infantería, pero...nos acercamos al combate en avión y saltamos en paracaídas sobre el enemigo.
No obstante, algo iba a cambiar.

Objetivo del salto.

Según las explicaciones del Capitán Pedrosa a sus oficiales y jefes de pelotón, tendríamos como objetivo ocupar y destruir un presunto puesto de mando y abastecimiento que tenía el enemigo en una cabila denominada ERKUNT, a unos 30 kilómetros al norte de Sidi Ifni.

El día 19 de febrero de 1958, estábamos muy tranquilos en el barracón que hacía de compañía, cuando, no me acuerdo si fue a base de generala o a “grito pelao”, nos hicieron formar a toda leche con equipo de combate y bajar al campo de aviación que estaba y está al lado de la base paracaidista y formar al lado de los junkers que allí estaban aparcados.
A esperar tocan.

El capitán Pedrosa, cambiaba impresiones con sus tenientes, de la acción que se iba a realizar.

Al mando de la Primera Sección , (a la cual yo pertenecía), Ricardo Boñita Benito.
De la Segunda Sección : Teniente D. José Galera Sánchez Serrano.
De la Tercera Sección Teniente Pablo Cayuela Fernández.
El entones Teniente de la Sección de ametralladoras D. Juan Antón Ordoñez.

PRIMERA SUSPENSION DEL SALTO.
Sin embargo.... se nos da la orden de subir de nuevo al campamento ya que el salto se ha suspendido.

SEGUNDA SUSPENSION DEL SALTO.
Estábamos metiditos en el barracón-compañía, más nerviosos que un flan, cuando de repente otra vez se nos manda formar con el equipo de combate, y volvemos a bajar al campo de aviación donde siguen los Junkers de antes.
Nos colocamos sentados en el suelo, al lado de los paracaídas que alguien había colocado en filas, y a esperar acontecimientos.
Pero la “jugada” se repite. Nos dicen que de nuevo se ha suspendido el salto, volvemos arriba al campamento echando pestes por la desilusión.

¿POR QUÉ SE SUSPENDIA EL SALTO ?
La operación Pegaso tenía por objeto, según el Mando, realizar un acto de presencia en Tabercut, reconocer el territorio y poblados, eliminar las fuerzas enemigas que pudiera haber y posteriormente volver a Sidi-Ifni.
Todo bonito, todo fácil, esto esta chupao...
Para ello, el Mando organizó dos agrupaciones tácticas:
Estas eran las agrupaciones tácticas:
Pero...........de chupao nada de nada.
Los moros estaban ofreciendo una resistencia muy fuerte a la Segunda Bandera y a la Legión, en el lugar donde se llevan a cabo los combates, (cotas 345, 453, 449, 435 y otras.. ), habiendo tenido ya varios muertos y heridos, por lo que el Mando decidió no lanzarnos en Erkun, zona alejada de Tabercut, no sea que seamos copados por el enemigo y nos hagan alguna sangría y nos dejen en cuadro.

LOS QUE SE HABIAN “ESCAPADO DEL HOSPITAL”.

EJEMPLO DE HONOR PARACAIDISTA.

Al enterarse en el Hospital Militar de Ifni que se iba a realizar un salto de guerra, los heridos paracas, mancos, cojos y tullidos dieron un salto de la cama y pidieron el alta.

¡Milagro! Los cojos andan, los ciegos, ven. Los sordos, oyen..... ! La leche !.
Algunos se escaparon y dijeron a sus superiores que les habían dado ya de alta.
Después de la acción, tuvieron que volver al hospital, porque verdaderamente, estaban mal.
Al del parche en el ojo le había explotado una granada PO2 nada más soltarla.

A COMER SE HA DICHO.
Como la cosa no pintaba muy bien y no se sabía si por fin seriamos lanzados o no, nos fue dada la orden pasar “al comedor”, a coger fuerzas para el evento.

Cuando tocaban fajina, fuese para el desayuno, comida, incluso merienda y cena, salíamos generalmente de las tiendas de campaña, provistos del plato de aluminio, la marmita (fondo de la cantimplora) y los cubiertos, y bajábamos a formar en varias filas al cargo de un cabo, según se llegaba a las puertas de las cocinas.
El cabo furriel repartía el pan de unos sacos que no sé si subían del pueblo.
Allí no había donde sentarse, que yo recuerde, y cada cual volvía a su jaima con las vituallas correspondientes y allí se daba buena cuenta de ellas, o nos sentábamos en el puto suelo, cerca del lavadero de ropa. Luego cada cual se ocupaba de lavar la marmita o el plato.
También recuerdo, que en la cantina vendían unos botes de mortadela y de leche condensada con lo que algunos se alimentaban frecuentemente para no bajar a las colas frente a las cocinas según fuese para el desayuno o la merienda. Las latas de leche condensada las calentábamos al fuego de la paja de las colchonetas para que se pusieran más densas para untarlas en los chuscos de pan.

Algunas veces, como había más dinero que viandas, para completar las disponibilidades económicas (decían), nos daban un paquete de tabaco rubio en las comidas.

LOS ENCHUFADOS.

Los oficiales comían en sus tiendas y los machacas se ocupaban de subirles las comidas desde las cocinas.

Los ranchos en frío eran a base de chuscos, latas de sardinas, chocolate y de carne guisada del matadero de Mérida, las repartían los ayudantes del cabo furriel de turno.
Alguna vez caía algún chocolate con churros.

¡Que os aproveche esta lección de la comida paracaidista en Ifni !

Y YA POR FIN...........TRECE JUNKERS DESPEGAN DE IFNI.



Por fin, sobre las dos de la tarde del mencionado día 19 de febrero de 1958, embarcábamos en los 13 Junkers la Primera Compañía y la 5ª que era la Sección de ametralladoras.
Como “ Observadores “ venían en otro avión El Teniente-Coronel Jefe de la Agrupación D. Ignacio Crespo del Castillo, el Capitán de Estado Mayor D. Juan Antonio Gómez-Zamalloa Menéndez, y un periodista inglés que iba a cubrir la información.

PELIGRO DE CAER AL MAR.

El lugar del lanzamiento se encontraba cerca del mar, así que si al viento le daba por cambiar (cosa frecuente por aquellos andurriales), al agua patos.

Pues yo no sé nadar bien....., yo tampoco....

Se le preguntó a la Marina qué ayuda podría prestar en este caso. La respuesta fue correctísima y veraz para aquellos tiempos. NO HAY SALVAVIDAS, ASÍ QUE AYUDA MORAL TODA, AYUDA MATERIAL NINGUNA:

¡ Toma YA................!

Pasando unos minutos de las 3 de la tarde, salta al aire el primer paracaidista. Quién se apunta a ese honor ?. No hace falta preguntarlo. ¡ EL CAPITAN PEDROSA ¡ Los demás detrás, como un solo hombre, cada uno del Junker que le ha tocado en suerte, claro.
El Capitán Pedrosa salta el primero. Después, todos en el aire.

Cuando el cielo se llena de puntos, la tripulación de los navíos de guerra que apoyan la acción, saludan con gritos, aplausos y vivas el salto de los paracaidistas. Sus cañones desvían el fuego sobre las alturas que dominan la amplia hoyada, en cuyo fondo está Erkúm.

Momentos después, la 3ª compañía enlaza con los que han venido del cielo. Atrás y a la derecha, formando un amplio arco, están los hombres de la Agrupación “M”, los paracaidistas y los legionarios. La tenaza se ha cerrado. (Ha costado tres muertos en la II bandera y numerosos heridos, entre ellos el capitán Ponciano Fernández. La VI Bandera de la Legión ha tenido peor suerte).



SENSACIONES EN EL AIRE EN EL LANZAMIENTO.
Al abrirse los paracaídas, pudimos observar y oír un gran ruido de ametralladoras allá en el suelo, que nos acojonó durante unos minutos; yo pensaba que los moros nos estaban disparando desde el suelo, pero no, eran nuestros aviones de caza que protegían el lanzamiento en vuelo rasante. También los aviones de bombardeo lanzaban su carga sobre las posiciones enemigas allá a lo lejos de donde habíamos tomado tierra.

Fuera como fuese, el lanzamiento fue de lo más entretenido y acojonante.
Algunos caímos encima de chumberas de dos metros de alto, con cada pincho de puta madre que se nos clavaron en salva sea la parte. Otros cayeron encima de alguna “casa” de los moros, ROMPIENDOSE LOS DIENTES, ( Lusilla ), en fin, una aventura cojonuda. SIN NOVEDAD MI CAPITAN.

Comenzamos el avance sin dilación, atravesando la cabila de Erkun, donde no encontramos resistencia, solamente había mujeres y niños, y rápidamente ocupamos las posiciones que nos había encomendado. No habían pasado ni diez minutos desde que nos lanzamos en paracaídas.

Al ocupar nuestras posiciones, algún grupito de enemigos quiso hacernos frente, pero fueron eliminados por la sección de ametralladoras que nos acompañaba.
También pudimos observar como a una distancia considerable, se libraban serios combates entre la Legión, la II Bandera de Paracaidistas y los Tiradores de Ifni y los moros, donde por desgracia ya nos habían causado varios muertos y heridos, pero............

A ENEMIGO QUE HUYE, PUENTE DE PLATA.
El enemigo, al verse atrapado entre dos fuegos y al observar el salto paracaidista, comenzó una apresurada retirada con los escasos medios que disponía (camellos, algún vehículo, a pie), no hay que olvidar que a escasa distancia se encontraba la frontera con Marruecos, donde se refugiaban sin problemas, con lo cual se acabó el combate. Es decir, nuestro salto permitió vencer la resistencia enemiga y fue el principio del fin de la guerra.

Por la tarde, abandonamos la zona de Erkun volviendo en camiones a Sidi Ifni, llegando sobre las 12 de la noche.
Pero no todo había sido bonito. Si bien es cierto que para la Primera Bandera, curso 12 sobre todo, había sido una aventura paracaidista enorme, para la Segunda Bandera había sido una desgracia, sacrificio y dolor por los compañeros perdidos en combate.

MUERTOS:
Cabos: Pedro González Jordin.
José González Hortiguela
Clp. Fancisco Mestre Monteagudo.
Todos de la 6ª Cia.
Heridos:
Teniente Ponciano Fernández Fernández
Clps: Bernando Hernández Nodrid
Manuel Martínez Gómez,
Juan Moreno Gómez
Manuel Rodríguez Guerra
Francisco Villa Rodrigo
Todos de la 6ª y 7ª Cias.

Si bien como digo, nuestro salto en Erkun contribuyó al final de la guerra de Ifni, tras ella,  quedaron 37 paracaidista muertos en acción de guerra y 80 heridos. Recibiendo la Agrupación de Banderas Paracaidista 3 Medallas Militares Individuales, 47 Medallas Militares Colectivas, 6 Cruces de Guerra y 82 Cruces Rojas.
En homenaje a todos mis compañeros caídos en Erkun.
La verdad es que rememorar a estas alturas aquellos acontecimientos, el corazón se encoge como un puño y solamente se acierta a decir:

¡VIVA ESPAÑA!¡VIVA LA BRIPAC!