lunes

Operación Pegaso

Un escrito de José Luís González Vicente. 

 “En todos los conflictos bélicos, tanto en España como en otros países, los Ejércitos, a las principales operaciones militares las califican con un nombre. Por poner un ejemplo, cuando el conflicto de EE.UU. con Irak, se la denominó “Tormenta del desierto”.
- En lo que se refiere a la Guerra de Ifni-Sahara, están los nombres de “Gento”, “Siroco “, “Diana”, y en la Marcha Verde: Operación Trapecio- 
Plan Operaciones 1/75- y operación Marabunta 3-75, ambas elaboradas por el Mando Unificado de Canarias. 
 Cada operación lleva un complicado entramado, que se resuelve satisfactoriamente gracias a los respectivos Estados Mayores que son quienes estudian, planean y resuelven todos los pormenores, incluso hasta el más mínimo detalle para que las fuerzas actuantes puedan alcanzar los objetivos fijados. 
 A las dos de la tarde del día 19 de febrero de 1958, el entonces capitán (fallecido de Teniente general) D. Prudencio Pedrosa Sobral, al mando accidental de la Primera Bandera Paracaidista del Ejercito de Tierra, la Primera y la Segunda compañía de esta Bandera se preparaban en el aeródromo de Sidi Ifni para embarcar en los 14 aviones “Junker-52” del Ejército del Aire, todo a punto con la emoción contenida para un salto de guerra. 
 La Operación Pegaso en sí, consistía en un reconocimiento armado de cierta envergadura sobre la zona de Tabercut-Asif-Agueden-Erkun, y como una anécdota para la emoción y orgullo para los mandos paracaidistas y legionarios los distintos componentes de las banderas paracaidistas, legionarios y de otras fuerzas que se encontraban hospitalizados en el hospital de Sidi Ifni, al enterarse de esta Operación, pidieron el alta para poder participar junto a sus compañeros, en esta importante operación militar. 
 Según el documento de dichas operaciones del Estado Mayor, exponía que sobre la zona de Erkún se lanzase a la Primera Bandera Paracaidista, reforzada con una sección de ametralladoras; en esta citada orden general de operaciones (L-M-5), daba a conocer la impresión sobre el enemigo en estos términos: 
 “ Se mantiene la actividad enemiga puesta de manifiesto hace varios días intentando una serie de golpes de mano sobre nuestras posiciones avanzadas sin lograr éxito alguno”.
 El enemigo puede valorarse en unos 300 hombres en unidades tipo compañía, dotados cada uno de ellos de 3 fusiles ametralladores y 2 morteros de 81 mm. 
 Los aviones Junker, en total de 14, reciben la orden de operaciones nº 1 hoja 3, del Sector Aéreo del África Occidental Española, indicando que el aerodesembarco se realizará en tres escalones sobre cada una de las zonas de aterrizaje (p1), (p2) y (p-3) 
 El resto de las fuerzas participantes en esta operación, lo componían la VI Bandera de La Legión y la II Bandera Paracaidista, muy reforzadas, para romper el frente de la cota 443. 
 La otra agrupación estaba compuesta por la Primera Bandera Paracaidista, una compañía de Tiradores, y elementos de Policía, apoyados por el fuego y servicios con el fin de alcanzar los poblados de Erkún, Id Buchin y Tabercut, y la Armada tenía enfrente a las costas de Ifni el Crucero “Galicia” y el destructor “Almirante Cervera “, los cuales actuarían con el fuego de sus cañones sobre Tabelcut, Asif Agueden y posteriormente sobre Buchini y Erkún. 
 La operación en sí se desarrolló perfectamente, - Según el informe de las tripulaciones de los Junkers, apreciaron que una vez desencadenada la operación, los rebeldes del ejercito de liberación marroquí se lanzaban en rápida huida y una vez que los paracaidistas llegaron a tierra, la Sección de ametralladoras del Teniente Antón, dispararon sobre el enemigo. 
 Fue a partir de las siete de la tarde cuando de nuevo se recrudece el ataque y con las primeras horas de la noche, surgían tiroteos esporádicos. 
 En la Hoja numero 3 de la Orden de Operaciones nº 1, expone que el enemigo portaba armas automáticas, fusiles individuales, algún mortero y granadas de mano. En el abandono de su retirada dejó un mosquetón mauser, cartuchería de fabricación española y francesa, granadas de mano “ P01” españolas, documentación y algunas prendas de vestuario, dejando dos muertos y se cree que tuvo más bajas a juzgar por los vendajes con sangre encontrados en las posiciones que ocupaban la VI Bandera de La Legión que capturó cuatro prisioneros. 
 En la mañana del día 20 de febrero de 1958, se comunicaba al Capital General de Canarias que la operación había finalizado aunque el precio que hubo que pagar fue muy caro: Un sargento muerto, un cabo y dos legionarios de la VI Bandera y heridos dos tenientes un cabo y ocho legionarios. 
 La Bandera Paracaidista tuvo, los cabos Pedro González, José González Ortigüela y el caballero legionario paracaidista Francisco Mestre Monteagudo todos ellos muertos. Y heridos un teniente, un cabo y cinco paracaidistas. 
 El Coronel José Frías Ovalle, un veterano paracaidista, en el libro que escribió “Así nació la Brigada Paracaidista “, narró un bello y emotivo recuerdo a los que allí dieron su vida por la Patria, y así dice :

 “ El día 4 de mayo de 1958 en el desfile que se celebró en el Paseo de la Castellana de Madrid, los caballeros legionarios paracaidistas desfilaban ante un pueblo que a su paso se desbordaban en entusiasmo y pagaban con sus más cálidos aplausos su tributo de admiración y cariño, mientras, en el Cielo invisibles e impalpables, desfilaban nuestros muertos .”