Un
pensamiento personal sin ánimo de polémica.
Las Guerras Coloniales de
España en África (1859 a 1958) costaron 103.000 muertos.
Hay muy pocos datos sobre las víctimas marroquíes. Muertos y
Desaparecidos.
Totales por Períodos:
- Invasión de Marruecos (1859-1860) 10.000, de ellos: 4.000
españoles (de ellos, 2.880 por enfermedades) 6.000 marroquíes como mínimo. (España movilizó 35.000 soldados al
inicio) (Marruecos movilizó hasta 50.000 combatientes )
- I Guerra de Melilla (1893) 1.272, de ellos 200
soldados españoles como mínimo y 660 rebeldes marroquíes, como mínimo. 412
tripulantes del crucero Reina Regente, en 1895. ( España movilizó 25.000 soldados y milicianos
) ( los marroquíes movilizaron 40.000 combatientes )
- II Guerra de Melilla (1909) 788, de ellos 710 soldados
españoles en combate o masacrados. 78 civiles en la Semana Trágica de
Barcelona. Sin datos de las bajas marroquíes. ( los marroquíes movilizaron
12.000 combatientes, en 1909 ) ( España tenía 35.000 soldados en Marruecos, en
1909 )
- Ofensiva del
Kert (1911-1912) sin datos.
- Guerra del Rif (1916-1927): 90.000,
de ellos: 47.600 soldados españoles ( de ellos 30.000 por enfermedades ) 2.400
soldados marroquíes bajo mando español. 10.000 soldados franceses, por combate
y enfermedad 30.000 guerrilleros y civiles marroquíes; incluye heridos ( del
total, 13.360 españoles en Annual y 2.900 en Arruit, 1921) ( Abd el Krim
movilizó hasta 18.000 combatientes en 1921 ) ( España tenía 25.700 soldados en
Marruecos, en 1921 )
- Guerra del Ifni (1957-1958) 1.480, de ellos 200
soldados ( de ellos 60 legionarios ) 80 soldados desaparecidos. 1.200
combatientes marroquíes como mínimo. ( España movilizó unos 10.000 soldados y
Francia 5.000 ) ( Marruecos movilizó hasta unos 30.000 combatientes )
Todas
las guerras deben darnos varias lecciones. En caso contrario, han sido libradas en
vano y quienes murieron en ellas lo hicieron por nada.
La
primera lección determina que fue la guerra de Ifni una locura seguida de la
anterior, donde perdieron la vida muchos soldados de remplazo al mando
del irresponsable general Silvestre. Pero al parecer los moros no se fueron de rositas en ninguna
de las dos últimas guerras. Al menos eso dicen las crónicas. Estamos en paz. Los unos por los otros.
Evitar
que vuelvan a ocurrir tales hechos no es difícil. Bastaría con establecer la
repatriación automática por cuenta del gobierno del hermano moro, de todos los moros llegados a las costas españolas, a sus confortables casas de adobe de
su tierra natal, incluidos los nacidos en tierras españolas.
Unos
analistas capacitados para examinar la situación general, sabrían rápidamente cuanto
tiempo tardarían en ser entregados todos los moros a su Marruecos de origen étnico.
Con
ellos saldrían en primer lugar, los
cabecillas que enarbolan la guerra santa contra los infieles desde las
mezquitas musulmanas.
Pero
para eso, se necesitan gobiernos fuertes de carácter y con temperamento viril
como el de la dama de hierro recientemente fallecida.