Los
veteranos que estuvieron en África a finales de 1950 piden un reconocimiento
oficial. Como sucede con la
División Azul , han sido deliberadamente ignorados.
18
de julio de 2010. 00:09h José Aguado. Madrid. (La Razón)
Fuimos
a recuperar una posición, pero nos atacaron. A mi compañero le alcanzaron. ‘‘Me
han pegado un tiro en el pecho, dame un cigarrillo'', me pidió. ‘‘¿Cómo
te voy a dejar fumar ahora?''. ‘‘¡Dámelo, me cago en la leche''». Suena a
película de acción, pero es el relato de Francisco Aznar Navarro, paracaidista
español: «Se lo di, se lo fumó tan tranquilo y al final, mi compañero
sobrevivió».
Francisco recuerda perfectamente la escena que vivió a finales de
1950. Con la edad, el pasado lejano se acerca, mientras que el presente se
difumina con mucha más rapidez. «Recuerdo también como se llevaban a los
muertos en burros, envueltos en fardos de lona. Aquello me causó un trauma, me
ha impresionado toda la vida». Francisco podría seguir contado historias
durante todo el reportaje. Las guerras no se olvidan. O eso cree él y sus
compañeros, que estuvieron en Ifni y en el Sáhara.
Porque
allí hubo una guerra, aunque sólo se acuerdan los veteranos. Ya son mayores y
como reconoce uno: «Vamos quedando menos». Sin ellos, se acabará la memoria de
una guerra que casi nadie quiere recordar. Oficialmente la guerra, o la
«guerrita» o el «incidente», comenzó el 23 noviembre de 1957 cuando los
guerrilleros marroquíes intentaron asesinar a todos los oficiales españoles de
Ifni. Un chivatazo impidió la masacre.
Cuando es atacada por medio de una
batalla de guerrillas, España, en vez de defender todo el territorio, decide
crear un perímetro cerca de la ciudad de Sidi-Ifni, para protegerse mejor.
«Lo
que se hizo fue lo más inteligente: replegarse y defender el núcleo principal y
cuando puedes, te recuperas», asegura el coronel de Intendencia retirado
Leopoldo Muñoz, presidente de AME.
*España y Marruecos firmaron el 1 de abril de
1958 los acuerdos de Angra de Cintra. Además, del Sáhara, la administración de
España sobre el territorio de Ifni era efectiva sólo en las inmediaciones de la
capital, Sidi-Ifni, que hasta 1969 fue una provincia española. Ese año, se cede
a Marruecos. El Sáhara tardó más.
Desde
ese año, se ha tendido un silencio, como si España se avergonzase de aquella
guerra, de la que entonces se habló como pequeños enfrentamientos y de la que
ahora ni siquiera se habla.
«Sucede un poco como con la División Azul.
Cuando hay un cambio de régimen también se quiere olvidar lo que sucedió en él.
Es una actitud de los gobiernos actuales a partir de 1975», continúa el coronel
Leopoldo Muñoz: «Es un olvido interesado, con el fin de sustraer al Ejército del
pueblo. También es político, no se quiere molestar a Marruecos. Se prefiere
ignorar lo que sucedió allí».
*Este acuerdo ponía fin a
la guerra de Ifni, en la que los irregulares marroquíes
del Ejército de
Liberación Marroquí habían atacado las guarniciones españolas en Ifni, Cabo Juby y
el norte del Sáhara Occidental llegando a dominar el
interior y dejando a las tropas españolas confinadas a las plazas de la
costa. Cabo Juby, la zona sur del protectorado español de Marruecos según
el tratado firmado entre España y Francia en 1912, no había sido cedida a
Marruecos al alcanzar la independencia en 1956.
Mediante los acuerdos, Cabo Juby,
el último de los distritos del África Occidental Española (el 14
de enero de 1958, Río de Oro y Saguia
el Hamra formaron la provincia española de ultramar del Sahara
español), era cedido a Marruecos. La capital, Villa Bens y
la soberanía fue entregada una semana después (10 de abril).
España mantuvo, sin embargo, su decisión de mantenerse en Ifni, incluso si el
control del territorio no pasaba de su capital, Sidi Ifni.
El nombre del tratado deriva
de Angra de Cintra, una bahía situada al sur de Dajla, antigua Villa
Cisneros.