Por Manuel P. Villatoro (ABC)
«Nadie
en el Tercio sabía, quién era aquel Legionario, tan audaz y temerario…». Estos
son los primeros versos del «Novio de la muerte», una popular sintonía
que, durante décadas, ha representado a uno de los cuerpos de élite del
ejército español: la Legión. Sin embargo, lo que ha pasado desapercibido a
lo largo de la Historia
es que esta música, cantada por los legionarios españoles desde hace casi 100
años en todo tipo de sangrientas contiendas, era originariamente un tema
que nació para interpretarse en cafés cantantes y cabarets y que,
posteriormente, fue adaptada al ámbito castrense.
Corría
por entonces el año 1920, una época dura para España, pues la Guerra del Rif se llevaba consigo a una gran
cantidad de soldados bisoños (novatos, por así decirlo) enviados desde la Península. Tal era
la sangría de tropas que el rey, basándose en la idea de un militar llamado José Millán-Astray, se vio obligado a crear el
denominado «Tercio de extranjeros», una unidad cuyo campo de batalla sería
exclusivamente el norte de Marruecos y que recibiría un entrenamiento
específico para adaptarse a las duras condiciones del territorio.
Los
objetivos de esta unidad, hoy casi centenaria, estaban claros: darse de
fusilazos contra los marroquíes en el norte de África con valentía y arrojo y,
a su vez, convertirse en una fuerza de choque que combatiera siempre en primera
línea -el lugar de mayor riesgo en cualquier batalla-. Sin embargo, lo que no
se sabía por entonces es que, con la creación de este grupo operativo, se
acababa de poner el germen de lo que, en un futuro no muy lejano, sería
la Legión española.