El 8 de diciembre y desde hace muchos años, se celebra el día de la Inmaculada Concepción y fiesta de la Infantería española.
(Tomado de Internet)
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Hablar sobre la Infantería en la época
de Carlos I equivale a referirse a la Infantería de Marina de aquel tiempo.
Tratándose de un extenso imperio extendido por casi todo el mundo, es lógico
pensar en la creación de un ejército que garantizara la integridad de esos
territorios. El único medio de transporte de tropas a territorios lejanos era a
través del mar. Por tanto, lo que entonces se conocía como Infantería de Marina
eran simplemente tropas que combatían en tierra y se desplazaban en barco. Esta
fuerza armada fue creada por Carlos I para establecerse de forma casi
permanente en el Mediterráneo, aunque fue su, hijo Felipe II, el que la
convirtió en una verdadera fuerza de desembarco. Así nacieron los famosos
Tercios, que tan gloriosas páginas han escrito en la historia española. A
medida que avanzó la técnica para dotar a los buques de armamentos más eficaces
y mayores autonomías, el Ejército de Tierra y la Armada, aunque buscando el
mismo fin, fueron desarrollando la acción desde teatros de operaciones
distintos. Hoy no se concibe una guerra si no se lleva a cabo con unidades
heterogéneas.