lunes

Antonio Ortiz de Zárate



En otro ataque importante el Teniente Ortiz de Zárate recibe una serie de tiros en el pecho y cae muerto. Muere también el CLP Vicente Vila Plá, que ya había sido herido en otra ocasión.
Debe hacerse cargo de la situación el capitán médico, pero este alega que él es sanitario y no sabe de nada de combates. Se hace cargo de la situación el Sargento Moncada, pero éste alega que también es sanitario, aunque se hace cargo de la situación.

Son los cabos primeros quienes en realidad apechugan con el problema yendo de puesto en puesto, animando a todos, como hacía Ortiz de Zárate.

A las tres más o menos de la tarde, se oye ruido de aviones. Les lanzan unos paquetes con comida y agua, pero el agua va a parar al enemigo. Ellos recogen únicamente sardinas y chorizo.
Con las bayonetas, pelan palas de chumbera para masticar y mitigar el hambre y la sed.

Un superviviente, nos cuenta:
“ Al regresar de intentar coger agua de un pequeño manantial que manaba relativamente cerca de nuestra posición, sin conseguirlo, por el intensísimo fuego que recibíamos, probé a beberme mis orines que había dejado a refrescar en la cantimplora, pero sabían horrible, así que volví a chupar tenca de chumbera.... “

29-.11-57. Sufren otro intenso ataque. ¿El mortero ? Estropeado, Lanzan las granadas de éste con la mano a ver si sirve... En esto que se oyen ruidos de motores de aviones. Son Junker 52 paracaidistas. Enorme alegría pero .......... los aviones pasan de largo. Son los de la 7ª Cia que van a saltar en Tiliuin. Enorme decepción y pérdida de moral.

30-11 y 1 del 12-57. La situación es más o menos la misma, incrementada por el hambre y sobre todo la sed. La boca reseca, los labios sangrantes, los heridos en pésima situación. Esto está pero que muy feo...

2-12-57. Se mantiene el espíritu paracaidista alimentado por lo cabos primeros.
Por la tarde, en una curva que había hacía el camino a Telata, se oye ruidos de un combate. Suena el cornetín de La Legión. Son los Tiradores de Ifni.
Todos se ponen a dar saltos de alegría a pesar del fuego enemigo. Están liberados.
Abrazos, lloros, no es para menos. Después de unas atenciones mínimas, se ponen en marcha hacia Telata, a la que habían estado viendo durante todo el asedio. Dejan atrás la loma de la muerte. Dejan atrás mucha sangre vertida, mucho sacrificio, mucho honor paracaidista.

3-12-.57 Salvan a los asediados, mujeres y niños entre ellos. Dinamitan todo lo que puede servir al enemigo, descansan, se cura a los heridos.


5-12-57 La comitiva se pone en marcha hacia Sidi Ifni.
El enemigo, hambriento de sangre y al ver que su presa se le escapa, vuelve a atacar. Pero ya no es lo mismo, porque aparece la 1ª Bandera paracaidista que llevaban en los pies no se sabe cuantos kilómetros de marcha a toda pastilla, entre tiroteos más o menos importantes y por fin, aquella triste comitiva de muertos y heridos llega a Sidi-Ifni.

Pero la imagen que se le quedó grabada para siempre al teniente Frías fue la que contempló cuando se dirigió a rezar una oración ante los cadáveres de sus compañeros:

“ Me encontré ante un espectáculo macabro y dantesco. Los cadáveres estaban esparcidos por el suelo, sin cubrir, llenos de sangre reseca y negros por el inicio de la descomposición. Con la rigidez de la muerte habían adoptado unas posturas grotescas que hacían más penosa su contemplación. La visión de aquéllos muertos y toda aquélla sangre antes de salir de operaciones me hizo comprender la seriedad de aquel conflicto”

Lo que se había previsto para un día, se había convertido en once días.

8-12-57. Día de la Patrona, Purísima Concepción. Se celebran los funerales por los fallecidos.

11-12-57. En solemne acto castrense, se imponen las medallas concedidas por el General Zamalloa a los supervivientes, con mención expresa a los fallecidos.