lunes

Soldado del Soria 9 en Ifni 1957/58



Yo fui un soldado del SMO.

Como complemento a los actos que Adolfo Cano Ruiz prepara estos días en recuerdo de la guerra de Ifni-Sahara 1957/58.

Es necesario actualizar aquellos sucesos para aclararles las ideas a los políticos.

Entrar en el blog de Adolfo Cano Ruiz para informarse del evento:
                               


Unas declaraciones de Diego Sánchez Cordero:

"La foto no es la de un niño vestido de soldado, es la de un soldado de verdad, del año 1957. De un combatiente en una guerra escondida en lo más profundo del olvido. Negada en los documentos oficiales, y ni siquiera la historia está segura que aquellos hechos ocurrieran. Sin embargo, es un doloroso recuerdo para los soldados que participaron en el conflicto armado del África Occidental Española. Unos, dejaron allí sus vidas; otros, la salud; otros, volvieron con el ánimo dañado.
 ¿Qué consecuencias tuvo para el niño de la imagen aquella contienda? 
¿Curó el tiempo sus heridas o, a pesar de los años transcurridos, siguen sangrando? 
Además, seguro que ha convivido con el incurable e invisible fantasma del daño psíquico. 
Pobre soldado, que ni su entrega ni su patriotismo merecieron algún reconocimiento.

Lejos quedan los recuerdos de los años 1957-58 en Sidi Ifni 
¿Quién se acuerda ya de aquellos soldados mal vestidos, mal calzados, hambrientos y sedientos, luchando en un territorio extraño, por unas razones desconocidas?
A consecuencia del estampido de un morterazo caí enfermo.
Estuve ingresado en el Hospital Militar de las Palmas de Gran Canaria, evacuado de Sidi-Ifni. 
Los primeros días los pasé tendido en una colchoneta, en el suelo del salón que habían habilitado como sala para los enfermos que iban llegando de Ifni y el Sahara. 
El salón se encontraba rebosando de soldados heridos o enfermos. De cuando en cuando pasaba un médico o enfermero, aplicaban un calmante y desaparecían. Al cabo de unos días se normalizó la situación, nos instalaron como buenamente pudieron, repartiéndonos por todo el Hospital. 
No curaban nada, te guardaban en depósito hasta que podían deshacerse de ti. Allí, o estabas herido o tenías reuma, y los reumáticos tenían todos el mismo tratamiento.
En una ocasión hablamos por teléfono para la radio bajo la vigilancia de algunos oficiales, que nos indicaban lo que podíamos decir. Fue muy divertido, todos contamos lo mismo, todo era bueno, bonito y los jefes nos querían mucho. En ningún sitio hubo guerra, sólo fue una bronca, y los soldados morían de risa, por lo divertido que era todo aquello. La censura no existía, si las cartas se perdían, la culpa era de correos.
Cuando salí del Hospital me instalé en el Cuartel de Transeúnte Militar, posada para los soldados de paso. Me dieron un trozo de manta, y el lugar en el suelo que quisiera para dormir. 
Lentejas recalentadas en casi todas las comidas, y paseos, muchos paseos, como si hubiera digestión que hacer. De los huéspedes diré que los había de muchos Cuerpos del Ejército, aunque la mayoría procedían del África Occidental Española. Muchos Legionarios y muchos miembros del Batallón Disciplinario, algunos ya viejos, participantes en la Guerra Civil. No eran malos chicos, eran, en muchos casos, lo que las guerras habían hechos de ellos, héroes de la supervivencia, mártires de la sinrazón. Guerras ganadas o perdidas, desatinos humanos.
Nos encontrábamos en cola delante de la oficina donde el Cabo Furriel repartía el pan. De pronto sonó un tiro dentro de la oficina, nos lanzamos en tropel a la puerta, y cuando quedó abierta, se ofreció a nuestros ojos el espectáculo del Furriel tirado en el suelo del pasillo, en un gran charco de sangre y un fusil a su lado. ¿Por qué? ¿Qué había pasado por su cabeza? Así, ya nunca podría solucionar sus problemas.
Muchas cosas vividas, algunas para contar, otras, para callar, porque no siempre la realidad coincide con el recuerdo. Y cuando se trata de informe oficiales, no ocurrió lo que vistes, sino lo dicen los papeles. 
Quince o veinte días después embarqué en el Plus Ultra con rumbo a Cádiz. Viajé con un pasaporte militar y 9 pesetas, del llamado socorro, para comer durante la travesía. En 3 ó 4 días me encontré en la Península, en el mismo puerto que me vio partir hacía un ignorado, para mí, destino. 
¡Qué diferente la marcha al regreso! Marché con la incertidumbre de lo desconocido, y al mismo tiempo la ilusión de la aventura y lo nuevo, y regresé con el cuerpo vencido y el alma llena de heridas, envejecido y la vida rota. 
Sin embargo, la aventura continua, fin de un capítulo y principio de otro".

Del blog CACHOS DE VIDA de Diego Sánchez Cordero




EN UN LUGAR DE ÁFRICA.
Publicado en CACHOS DE VIDA el 30 de abril de 2012


"No todos los episodios de la vida los borra el tiempo. Siempre quedan restos que se resisten a morir del todo. Y son pequeñas cosas dentro de un contexto importante, las que vienen con más claridad y frecuencia a la memoria. Quizás sea por eso, que no se me olvidan hechos insignificantes de mi paso por la contienda bélica que habría de marcarme para toda la vida. Son los recuerdos del día a día de un soldado perdido en una tierra que nunca sería suya. De un héroe anónimo, de esos que pasan desapercibidos, que ni siquiera los tiros de su fusil suenan. De un mercenario en un ejército regular, pagado con tres pesetas por jornada. Con el deber de obedecer y morir y soñar cuanto quisiera. Y cantar o que te cantaran canciones patrióticas, a una caja envuelta en una bandera. Son las cosas que pienso hoy, impulsado por aquellos remotos recuerdos. Entonces mi vida era más simple, más insignificante, más monótona…Pero con muy escaso valor. Trascurría entre caminatas, trincheras, guardias y tiros; entre cantimploras sin agua y latas de sardinas; entre mosquitos y pulgas; entre partidas de cartas, borracheras y putas militarizadas. Y las misas de campaña y las confesiones tras una piedra ¡Son tantas las cosas que pasaron y que nunca se contaron! ¡Son tantas las que se dijeron y nunca ocurrieron! ¡Son las verdades de las guerras! ¡Las mentiras de los documentos oficiales! Datos para estudiosos e historiadores. Las guerras siempre se pierden. Esta se perdió, y también el lugar que ocupábamos en otro continente".
  



sábado

Sidi-Ifni en el recuerdo

13 aviones Junker nos esperaban en el aerodromo de Sidi-Ifni



En uno de ellos volamos hacia Erkúnt.




De uno de ellos saltamos sobre la cabila de Erkúnt.
(Cuando poco tiempo después se propuso una exibición de lanzamientos de paracaidistas, los americanos se dieron de baja porque no quisieron saltar de nuestros aviones)




Una recreación personal de la inexistente Hoja de Lanzamiento sobre la cábila de Erkúnt.



OPERACIÓN PEGASO. 19/02/58 SALTO SOBRE ERKUNT
Un relato de José Luís González Vicente.

SEGUNDO SALTO PARACAIDISTA EN GUERRA.

Primera Bandera, primera CIA. : Nosotros.

El día 16 de febrero de 1958 se dictó la orden general de operaciones «LM-5», Operación «Pegaso», con la misión de realizar un acto de presencia en Tabelcut, reconocer el terreno y poblados, y posteriormente replegarse a las actuales líneas.

AL igual que en la operación anterior en el Mesti, (operación Siroco), ahora se pretende alcanzar Tabelcut con la máxima rapidez e iniciar seguidamente el repliegue siguiendo la carretera costera, habiendo reconocido el terreno y poblados próximos. Se tendrá especial cuidado en proteger el flanco este de la acción anterior, el otro flanco queda cubierto por el océano, ocupando el cordal que se extiende al norte de Buyarifen hasta Uad Taguia.

Nuestro principal punto de resistencia seguía siendo el BUYARIFEN, con sus alambradas y campos minados.

'Para ello se constituyen dos agrupaciones tácticas, la C y la M, que engloban a la mayor parte de los efectivos disponibles en Ifni.

La primera será mandada por el teniente coronel Crespo del Castillo, y estará formada por la I Bandera Paracaidista, o sea nosotros; una compañía de fusiles, una sección de ametralladoras y un pelotón de morteros de 81 mm. del IV Tabor del grupo de Tiradores de Ifni n° 1; un destacamento del Grupo de Policía de Ifni n° 1, encargado de los registros; una sección de zapadores de la compañía expedicionaria del Regimiento de Zapadores n° 6; dos radios de 15w. y tres de 2w.; sanidad y servicios. Todo el conjunto contará con el apoyo de un pelotón de cañones sin retroceso del II Tabor de Tiradores. Se dispondrá además de cinco vehículos tipo «comando» y de 18 camiones.

La 1 Bandera deberá saltar en paracaídas sobre Tabelcut, Asif Aguendu, Id Buchini y Erkunt, mientras que el resto de la agrupación avanzará, a bordo de los camiones y vehículos puestos a su disposición, por la pista paralela a la costa hasta enlazar con los paracaidistas en Tabelcut, punto más alejado del lanzamientos.

Por su parte la agrupación M, mandada por el teniente coronel de Infantería Félix López Maraver, y formada por la II Bandera Paracaidista y la VI de la Legión, más una sección de zapadores y otra de morteros de 120 mm., tendrá la ingrata tarea de mantener abierta la circulación por la pista que debían recorrer sus compañeros, entre Sidi Yusef y Ercunt.

La Operación « Pegaso» contaría con el apoyo de la Aviación, un total de cuatro aparatos con la habitual proporción de uno en vuelo y tres en tierra, excepto durante el aero-desembarco en que habrá otro avión en vuelo; y de la Marina, pues no solo la escuadra proporcionaría fuego de cobertura a las tropas atacantes, sino que también estaba previsto un desembarco de la Infantería de Marina frente a Tamajarush.

Dias 18-19 de Febrero de 1958.

El día 18, a las 20,00 horas, la II Bandera, excepto la 8ª Cía. y algunas armas de apoyo destacadas en Usugún, emprendió la marcha hasta el cuartel de Tiradores y desde allí, una vez incorporada en la agrupación M, se dirigió hasta la base de partida situada en el Buyarifen. A las 8,20 horas del día 19 de febrero de 1958 la II Bandera Paracaidista, junto a nuestros camaradas del Tercio, inició el avance hacia su objetivo, la cota 435.

El terreno era difícil, pedregoso, continuamente había que subir y bajar con el pesado equipo a cuestas. Los correajes se clavaban en los doloridos hombros, los pies hervían dentro de las botas de salto, la cabeza parecía apunto de estallar bajo el pesado casco de acero. Casi imperceptiblemente la progresión se fue haciendo más lenta, poniendo en entredicho la viabilidad del conjunto de la maniobra, y por si fuera poco el enemigo, que desde un principio había estado al corriente de los preparativos, inició un fuego terrible, devastador, que fue causando muertos y heridos de consideración, a los que los “ Sanitarios” curaban con sulfamidas y aspirinas.

Desde que se pusieron en marcha, comenzaron a sufrir un serio castigo, debiendo, con la ayuda de La Legión, tomar al asalto las cotas encomendadas.

La Legión tuvo cuatro muertos y tres heridos.
La Segunda Bandera Paracaidista, tres muertos y tres heridos.

Nuestros muertos en combate en la Op. Pegaso.
¡ cuando la pena nos alcanza..... )

En este tipo de actuaciones, se distinguió el CLP José Ferrandi, que fue propuesto y condecorado, a petición del capitán Sánchez Duque, con la Cruz Roja del Mérito Militar.

GRAN RETRASO EN LA TOMA DE OBJETIVOS.

El primer objetivo del día, la cota 345, no se alcanzó hasta las 9,30 horas y a costa de grandes esfuerzos. Desde esta altura la 6ª Cía. apoyó el penoso avance de la VI Bandera de la Legión, sometida al fuego enemigo. A las 11,30 se inició el avance sobre la cota 453, apoyado por la base de fuegos de la Bandera, la l0ª Cía., y ocupándose la citada cota a las 12,00 horas. Posteriormente se ocupó la cota 449. Alcanzados estos objetivos la Bandera se organizó defensivamente, permaneciendo en los puntos mencionados durante la noche de este día 19, y protegiendo el repliegue de la VI Bandera de la Legión.

Así pues hasta bien entrada la tarde no quedó relativamente asegurada la pista que tenía que cruzar, en tromba, el IV Tabor de Tiradores. Este retraso ponía en entredicho el resultado final de la operación, pues quedaba claro que era imposible alcanzar los objetivos señalados, y replegarse hasta Sidi Ifni en una sola jornada.

Los previstos lanzamientos en paracaídas quedaban, y nunca mejor dicho, en el aire, toda vez que suponía asumir un gran riesgo el ordenar saltar sobre Tabelcut, Asif Aguendu, Id Buchini y Erkunt, sin saber si las tropas de tierra conseguirían enlazar con los aislados paracaidistas. Si el enemigo concentraba grandes efectivos, podía aniquilar fácilmente a los desamparados aerotransportados, que éramos NOSOTROS.

ACTUACIÓN DE LA FLOTA.

La flota, por su parte, no había tenido ninguna dificultad para cumplir LA PARTE QUE TENÍA ASIGNADA EN EL Plan, Inicial.

la Flota daba cuenta de que el vetusto crucero «Galicia» había efectuado dieciséis disparos sobre el Yebel Buganin, veintidós sobre Tabelcut y otros seis sobre Id Buchini. Mientras que el no menos anticuado destructor «Almirante Miranda» había lanzado dieciséis granadas sobre Erkunt, veinte sobre Id Buchini y ocho más sobre unas alturas al noreste".

Claro está que una cosa son los proyectiles lanzados y otra muy diferente los que alcanzaron el objetivo previsto. Un aparato, mandado por el capitán Casanovas, que tenía la misión de corregir el tiro naval sobre la costa, dio el siguiente parte al regresar a su base.

Se voló sobre zona objetivo comprendida entre Tabelcut y Río Taguia, a una altura de 650 mts. Se observaron 11 impactos artilleros. En la zona de Tabelcut tres, en la zona Id Buchini seis, y en la zona Erkunt dos»

Es decir, según la Armada habían sido 88 los disparos efectuados desde los buques de apoyo sobre los diversos blancos asignados, pero la observación aérea daba cuenta de que solo se habían visto 11 impactos artilleros. Casi un 85% de los proyectiles ni tan siquiera habían estallado.

¡ YA LOS HAREMOS ESTALLAR NOSOTROS DESPUÉS !

Claro está que tampoco la Aviación podía estar muy orgullosa de sus resultados pues en el bombardeo inmediatamente anterior al salto sobre Erkunt, realizado para ablandar las defensas y facilitar el lanzamiento de los paracaidistas, el capitán Perera, al mando del aparato, da el siguiente parte:

«En la primera pasada se lanzó una bomba que no explosionó y en el viraje de salida se soltaron tres bombas, que quedaron enganchadas, cayendo al mar, explosionando dos.

En la segunda pasada se lanzó una que no explosionó. En la tercera cinco que cayeron a la derecha y bien en alcance. En la cuarta se lanzaron diez, quedando una enganchada, que se lanzó al mar. Las nueve cayeron bien en alcance y dirección»

Resumiendo: de las 20 bombas lanzadas la mitad no estallaron o se perdieron, es decir sólo un 50% de efectividad. Al menos los porcentajes eran mejores que en la Armada.

MENOS MAL QUE NOSOTROS NO NOS ENTERAMOS DE TODO ESTO, PORQUE SI NO, ¡ NO SALTAMOS ! AUNQUE CON “ PEDROSA “ AL FRENTE, NO HAY NADA QUE SE NOS RESISTA.

Mientras se desarrollaban todos estos sucesos ¿que ocurría con la Primera Bandera (nosotros) que debía lanzarse sobre sus lejanos objetivos?.

Porque se lanza a la primera bandera, y dentro de esta a la primera Cía. y dentro de ésta, al curso 12 ???

PEDROSA APOYA A SU QUERIDA PRIMERA COMPAÑÍA. (Nosotros).

El capitán Martínez Pariente, sabía que al igual que se suspende un salto, al minuto siguiente se puede dar la orden contraria. Tenía a su gente acuartelada y preparada. Se fue al Capitán Pedrosa (que aún era Jefe provisional de la Bandera) y le pidió ser él y su gente los que saltaran. Pedrosa se sonrío por lo bajinis... y ordenó que fueran los hombres de la Primera Compañía los que subiésemos a los aviones. Un líder es un líder.

He aquí el relato de lo acaecido aquellos dos días de febrero, el 18 y 19,

Un día de mediados del mes de febrero de 1958, por la tarde, se divisaron en el horizonte, en alta mar, unos buques de guerra de nuestra flota (...) pero antes de llegar viraron hacia el norte y se detuvieron frente a la costa, a unos 30 km. al norte de Sidi Ifni.

Simultáneamente empezaron a llegar aviones de todo tipo al aeródromo:
« Junkers-52», « Pedros», cazas, tantos como yo no había visto anteriormente juntos. Así mismo en la carretera, frente al campamento se formó una larga caravana de camiones de transporte de tropas (...), no había duda de que el mando estaba preparando alguna operación de gran envergadura...

Esa misma tarde, de pronto, sonó en el campamento el toque de llamada, a la vez que se hacían presentes el capitán y oficiales de la compañía. El capitán informó que se iba a llevar a cabo una misión, a retaguardia del enemigo (...) mediante lanzamiento en paracaídas (...) por lo que debería estar todo muy preparado en cuanto a munición y equipo.

En la misión intervendría toda la I Bandera y tenía como objetivo ocupar y destruir un presunto puesto de mando y abastecimiento, que tenía el enemigo en una cabila (...) denominada Erkunt (...) a unos 30 kilómetros al norte de Sidi Ifni.

LA Primera CÍA. saltaría en la primera oleada de aviones (...) el vuelo sería sobre el mar, entrando por la costa a la zona de lanzamiento, dirección oeste-este, se mandaría enganchar al virar el avión y saltar una vez rebasada la costa unos 300 metros. Al llegar al suelo se adoptaría el orden de combate y se iniciaría el avance a la carrera, sin reunirse las patrullas ni dar novedades del salto.

Los objetivos a ocupar estaban conformados por una línea de tres alturas, a unos 300 m. al este de la cábila, que a su vez debía ser ocupada por las distintas secciones, con lo cual quedaría bloqueada aquélla, así como dominados sus accesos por carretera...

Nuestro rescate (...) sería por las unidades que a la vez habrían avanzado por tierra, tras haber roto el frente enemigo y progresar hasta nosotros...

Esa misma tarde se procedió a pertrechar a la compañía del armamento y equipo precisos, consistente en aumentar las dotaciones de munición, en algunos casos el doble de cargadores de subfusíl, granadas de mano, etc..., así como distribuir ranchos en frío para dos días, lo que implicaría embarazo y peso para el salto y posterior avance. Pero todo ello imprescindible, ya que resultaba imprevisible lo que podíamos encontrar al llegar al suelo...


HONOR PARACAIDISTA. EJEMPLO DE HONOR PARACAIDISTA.

Al enterarse en el Hospital Militar de Ifni que se iba a realizar un salto de guerra, los heridos paracas, mancos, cojos y tullidos dieron un salto de la cama y pidieron el alta.

! Milagro! . Los cojos andan, los ciegos, ven. Los sordos, oyen..... ¡ La leche !.
Algunos se escaparon y dijeron a sus superiores que les habían dado ya de alta.

Después de la acción, tuvieron que volver al hospital, porque verdaderamente, estaban mal.

Ejemplo de mi compañero de jaima herido en un ojo por la explosión de una granada que estaba en el hospital y se “escapo” a la jaima con nosotros.

Una vez anochecido y emprendido la marcha la lI Bandera, el campamento quedó tranquilo, se distribuyó la cena y seguidamente se tocó silencio.

Sobre las cinco de la mañana del día siguiente no hubo necesidad de que el corneta de guardia tocara diana. Un ruido ensordecedor de motores de aviones de todo tipo nos despertó. Era la señal, fue nuestra diana. Todo fue rapidísimo: levantarse y tomar el desayuno, pues la cocina ya lo tenía preparado. Terminado éste ya estaban el capitán y los oficiales en la compañía, se ordenó el equipamiento, así como activar las granadas de mano con sus multiplicadores, pasándose revista tanto de armamento como del equipo y seguidamente se emprendió la marcha hacia la pista de despegue, señalándonos a cada pelotón el avión en que debíamos montar,

Todo ello al amparo de la luz de los propios aviones y la poca iluminación del campamento, pues seguía siendo de noche.

Los equipos de salto estaban al pie de cada avión, puestos ya por el Servicio de Plegados. Inmediatamente se procedió a ponerse cada uno el suyo, pasándose la revista por los propios jefes de patrulla...

SUSPENSIÓN DEL SALTO.

Todo estaba listo para embarcar, sin embargo la orden de hacerlo no llegaba. Amanecía y el nerviosismo era grande por la espera, pasaban los minutos, luego las horas y no salíamos cuando, sobre las ocho de la mañana se dio la orden de dejar los paracaídas en el suelo y formar las compañías fuera de la pista y, posteriormente, retirarse al campamento. Se había suspendido (...) el salto.

NADA DE AVIONES,............. AL CAMION.

Al momento empezaron a llegar camiones al campamento y se ordenó, seguidamente, el embarque en los mismos de toda la Bandera, excepto la PRIMERA COMPAÑÍA , OSEA, NOSOSTROS, ¡ MENOS MAL QUE ALLÍ ESTABA PEDROSA, COMO SIEMPRE................! y una sección de ametralladoras de la 5" Cía., que se incorporó a la primera, partiendo las otras por carretera, hacia la zona de operaciones, a fin de reforzar a las unidades que estaban desde el amanecer intentando romper el frente...

A todo esto, no cesaba el despegue y aterrizaje de aviones de combate que se dirigían y regresaban de la zona de operaciones. Así mismo durante la mañana, se divisaban y oían a lo lejos, en el mar, el fuego ejecutado por los buques de nuestra marina sobre el objetivo.

Que por cierto, preguntados sus mandos sobre la ayuda que en caso de caer un avión al mar nos podría prestar, por lo visto dijo que:

NO TENEMOS SALVAVIDAS SUFICIENTES, ASI QUE AYUDA MORAL TODA, AYUDA PRACTICA, CASI NINGUNA.

¡ Toma cojones, si sabemos nosotros esto, nos borramos, aunque la verdad es que hubiéramos saltado aunque hubiera sido con un paraguas familiar. En mi caso, no hubiera sido la primera vez.......................

Día 19 de febrero de 1958.

TRECE JUNKERS DESPEGAN DE IFNI.

El día 19 de Febrero de 1958, en el aeródromo de Sidi Ifni, los motores de 13 aviones Junkers 52 de la 36 Agrupación de Ejército del Aire, de Gando ( Las Palmas ), atronan con un ensordecedor ruido de motores, mientras que nosotros, Los de la Primera Compañía de la Primera Bandera de Paracaidistas del E,T., al mando del Capitán D. Prudencio Pedrosa Sobral, ( fallecido en 2004 de Teniente General), nos preparamos con el equipo de salto y de combate.

" PEDROSA " cambiaba impresiones con sus tenientes, de la acción que se iba a realizar.

Al mando de la Primera Sección (a la cual yo pertenecía): RICARDO BOÑITA BENITO.

De la Segunda Sección: Teniente JOSE GALERA SANCHEZ SERRANO.

De la Tercera Sección: Teniente PABLO CAYUELA FERNANDEZ,

El entones Teniente de la Sección de ametralladoras: JUAN ANTON ORDOÑEZ,

A las dos de la tarde del mencionado día 19 de febrero de 1958, embarcábamos en los 13 Junkers la Primera Compañía y la 5ª que era la Sección de ametralladoras.

OBSERVADORES DE LA ACCION MILITAR.

Como "Observadores" venían en otro avión El Teniente-Coronel Jefe de la Agrupación D. Ignacio Crespo del Castillo, el Capitán de Estado Mayor D. Juan Antonio Gómez-Zamalloa Menéndez y un periodista inglés que iba a cubrir la información.

Sobre las 13,00 horas, y en el momento en que empezábamos a comer, sonó el toque de llamada. Seguidamente la orden de formar con todo el equipo y a continuación, por patrullas a los aviones. Tras una rápida revista del equipo de salto embarcamos y despegamos.

Esperamos embarcar en los Junkers en el aeropuerto de Sidi Ifni.

ENTRADA A TRAVES DEL MAR.

En marcha, paracaidistas. Sobre el mar hacia Erkún.

El vuelo se realizó sobre el mar y al llegar a la altura del objetivo el avión viró hacia la derecha en dirección al mismo, sobrevolamos los barcos de guerra e inmediatamente mandaron en pie y enganchar, y nada más sobrepasar la costa sonó el claxon, EL capitán PEDROSA NOS ENSEÑO A TODOS COMO SALTA UN PARACADISTA, Y EL CIELO SE LLENO DE ROSAS BLANCAS DE SEDA.

El Capitán Perdrosa salta el primero. ¡! Seguidme muchachos..... ¡!

Allá vamos mi Capitán....

Y el cielo se cubrió de rosas blancas de seda descendiendo suavemente del azul...entre sonidos de disparos y olor a pólvora. Altura menos de trescientos metros.

Estábamos en el aire, sobre un tal Erkun, dispuestos todos a dejar bien alto el honor paracaidista , costase lo que costase. Además, luego te das cuenta de que no has pensado en nada de nada, solo en hacer lo que en aquel momento tienes que hacer, y nada más.

TESTIGOS SOBRE EL TERRENO.

Los legionarios observan:
Mientras nuestros aviones lanzaban sus mortíferas cargas sobre las posiciones fuimos llegando a tierra, dejamos los paracaídas en el suelo, dirigiéndonos a la posiciones que teníamos asignadas. Todo terminó en menos tiempo del previsto.

NARICES Y DIENTES ROTOS.
El Compañero de curso 12, LUSILLA, cayó encima de una especie de tejado de una casa mora, rompiéndose buena parte de los dientes y quedando maltrecho, pero "el tío" siguió adelante como todos los demás, pues no se iba a quedar atrás por tan poca cosa .................

EMOCION EN LOS MARINOS.

El Capitán Pedrosa nos dijo después, que los marinos de los Barcos se habían emocionado con el espectáculo visto y nos habían jaleado.
¡ Venga muchachos, dadles una paliza....................... !

LOS CABALLEROS ANDANTES.

Al tomar las posiciones nos dimos cuenta que, si bien en la cavila no habíamos encontrado enemigo aparente, éste se retiraba desordenadamente por las vaguadas inmediatas hacia el interior, haciéndolo en vehículos, camellos y a pie, por lo que solamente recibimos algún tiro suelto y sin precisión.

En una ocasión en que unos combatientes enemigos se revolvieron disponiéndose a repeler nuestro fuego, quedaron fuera de combate al ser abatidos por nuestras ametralladoras. Así mismo se prohibió hacer fuego sobre el enemigo que se retiraba.

Tras la toma de los objetivos, nos aprestamos a consolidar las posiciones defensivas, ante posibles contraataques del enemigo...

LOS DE TIERRA AVANZAN CON DIFICULTAD.

En estas condiciones pudimos observar como a lo lejos (...) se estaban librando encarnizados combates entre nuestras unidades que avanzaban por tierra y las líneas de resistencia enemiga. Combates que cedieron al poco de haber saltado nosotros, pues el enemigo al verse sorprendido por nuestra acción se sintió atrapado entre dos fuegos, desmoronándose su resistencia, emprendiendo la huida en franca desbandada hacia el interior del territorio (...), Hacia Marruecos, vamos. ..... lo que permitió a nuestras fuerzas avanzar rápidamente hasta llegar a nuestras posiciones, haciéndolo en primer lugar unidades de LA LEGIÓN, seguidas de otras que serían las encargadas de anular y destruir el puesto de mando enemigo en Erkunt...

MISIÓN CUMPLIDA: REPLIEGUE A SIDI-IFNI.

Con la llegada y toma de contacto de estas unidades con nosotros se culminaba lo más comprometido de la operación. Esta se había realizado sin una sola baja por nuestra parte... solo con las narices rotas de Lusilla....

Esa misma tarde (...) se ordenó nuestra retirada, por lo que subimos a los camiones que habían llegado para nuestra recuperación y, protegido el convoy por las unidades que habían avanzado por tierra, se reintegró nuestra compañía al campamento de Sidi Ifni, llegando al mismo sobre las 12,00 de la noche de ese mismo día 19 DE FEBRERO DE 1958.
Moraleja:

¡ SALIDA, SALTO, TOMA DE OBJETIVOS Y VUELTA AL CAMPAMENTO EN UN SOLO DÍA. ¡! AUN NOS SOBRAN SARDINAS EN LATA ............... ¡!.

Al día siguiente nuestros compañeros de la II Bandera se replegaron hasta el Buyarifen y de allí a Sidi Ifni, poniéndose punto y final a la Operación Pegaso».

El mando la calificó de un franco éxito porque: Fue recuperado todo el material y paracaídas empleados en la acción. Enemigo sufrió duro quebranto haciéndoseles diversos prisioneros. Por cierto que a mí me tocó llevar uno, encañonado con el trasto del mosquetón montado, por lo cual me llevé una “ Bronquita” por parte del Teniente.

¡ Ah si hubieran tenido los “moros” tantas consideraciones con nuestros compañeros muertos en combate ............ !

RECONOCIMIENTO DEL PUBLICO EN EL DESFILE DE LA VICTORIA.

El Entonces Coronel José Frías O!valle, narró un bello y emotivo recuerdo a los que allí dieron su vida por la Patria, y así dice:

“ El día 4 de Mayo de 1958, en el desfile que se celebró en el Paseo de la Castellana, los caballeros Legionarios Paracaidistas desfilan ante un pueblo que, a su paso, se desborda en entusiasmo y pagaban con sus más cálidos aplausos su tributo de admiración y cariño mientras en el cielo invisibles e impalpables, desfilan nuestros muertos... “.

¡ Se me pone la carne “ de gallina “ al recordar estas cosas.

ANÉCDOTA PRECIOSA.

El teniente legionario:
Pero este salto también produjo una anécdota preciosa. En aquel momento un joven Teniente de la Legión, contempló el salto desde el suelo, desde la posición que ocupaba en combate.

Quedó tan impresionado por lo que había visto, que solicitó hacer los cursos de paracaidista e ingresar en la Bandera.

Al cabo de los años, aquel joven teniente pasó a mandar la primera compañía, y, posteriormente la Bripac.

Aquel joven teniente, será posteriormente el Excmo. Sr. General de División D. Antonio Muñoz Manero fallecido precisamente poco días antes de mi viaje a Ifni. ( q.e.d.).


REGRESO AL PASADO.
En el año 2005, me fui a Ifni a visitar los lugares a que hago mención en la presente crónica.
No podía morirme sin hacerlo. El recuerdo está demasiado incrustado en todo mi ser como para poder olvidarlo. NI quiero , ni puedo,. Ni debo.
Qué diferencia con 1958. Ahora tomando te y pastas en casa de unos amigos de Erkun que nos recibieron en su casa a pesar de ser sabedores de toda la historia. GRACIAS AMIGOS.

Con esto finalizo mi exposición sobre el salto paracaidista en guerra en Erkúnt,
José Luís González Vicente –Curso 12-
Excombatiente Ifni.



Riesgo de atentado


En el apartado de reflexiones de este blog, quiero hoy incluir un tema de actualidad. 

No se trata de crear alarmismos estériles pero el ministerio del Interior del Gobierno Rajoy ha hecho bien al advertir del riesgo en España de un atentado perpetrado por agentes del terrorismo islámico.
Nuestra nación está claramente bajo el punto de mira del Estado Islámico y de su Califato avasallador. No sería la primera vez que se consumara una amenaza terrorista de ese género porque España padeció el 11 de marzo del año 2004 uno de los más atroces atentados de nuestra Historia.
Cuando un italiano se asombra en la contemplación del acueducto de Segovia o del teatro de Mérida, no experimenta deseos de reivindicación. Cuando no todos pero sí muchos árabes se recrean ante la Alhambra de Granada, el Alcázar de Sevilla, la Aljafería de Zaragoza, la Mezquita de Córdoba, la ciudad de Medina Azahara, el castillo de Gormaz, los baños de Toledo, Baza o Palma de Mallorca, la Alcazaba de Almería, la Torre del Oro o la Giralda, se sienten dominados por la nostalgia y anhelan la recuperación de las maravillas perdidas.
Aunque los cristianos reaccionaron desde el principio -Pelayo y Covadonga- frente a la invasión e iniciaron la Reconquista, no hablamos de una fugaz pirueta histórica. Los árabes estuvieron en el dominio de gran parte de nuestra nación entre los años 711 y 1492, es decir, cerca de ochos siglos sobre todo en Andalucía, al-Ándalus en árabe clásico, que forma parte hoy de la reivindicación de un sector del mundo islámico, encabezado por el Califato que decapita a periodistas, soldados y sacerdotes, que dinamita los vestigios arquitectónicos de las ciudades históricas de Oriente Medio, que fragmenta esculturas milenarias, que comete atentados en las grandes naciones europeas, que lo devasta todo.
La opinión pública española debe estar advertida de que en cualquier momento nos podemos estremecer ante una acción terrorista en un avión comercial, un crucero vacacional, un tren de alta velocidad, un metro abarrotado, un estadio multitudinario, una plaza de toros o una avenida pública.


No estamos ante una especulación utópica ni con los pies fuera de la realidad. Las Fuerzas de Seguridad españolas han rendido el gran servicio al pueblo de detener a terroristas que preparaban atroces atentados en España al servicio de la ideología del Estado Islámico, de ese nuevo Califato que condensa las ambiciones desmesuradas de un sector del mundo musulmán.
La relación entre algunos grupos de la extrema izquierda española y los activistas islámicos podría provocar la incidencia del atentado en fecha significativa y de alcance político. Los servicios de inteligencia españoles, tan certeramente dirigidos por Félix Sanz, están haciendo todo lo posible y casi lo imposible por detectar lo que se nos viene encima y cercenarlo a tiempo. Pero ni siquiera la primera potencia del mundo, con su Cia y su Pentágono, con su torrente de dólares y su abigarrada seguridad, puede evitar un atentado. Por eso es necesario alertar a la ciudadanía del riesgo en el que nos encontramos. Parece claro que el Estado Islámico prepara un acto terrorista en España y que es necesario abortarlo o, si se llegara a producir, que no altere la convivencia democrática de la vida española.


Luis María Anson 
de la Real Academia Española


martes

La guerra que no ha merecido ser filmada


Cualquier otro país, como Francia, Inglaterra o Italia, hubieran filmado no una, sino varias películas, de haber sufrido una guerra como la nuestra de Ifni-Sahara en 1957/58

Con las imágenes de una Carmen Sevilla cantando “con la tinta del calamar”, un Gila con “es el enemigo que se ponga” y otros artistas del momento como Elder Barber cantando “una casita en Canadá”, y todos ellos visitando sonrientes a las tropas acuarteladas en Ifni y en el Sahara, no dejaban lugar a dudas en el NODO sobre la escasa importancia del suceso.
Lo importante era contar brevemente que el Ejército español, una vez más, había salido victorioso de una guerra que no existió, pero en la que más de 300 españoles murieron; otros 600 cayeron (caímos) heridos, y otros cerca de 80 se dieron por desaparecidos.

Marruecos comenzó a reclamar la soberanía de las posesiones españoles del norte de África inmediatamente después de obtener su independencia de Francia, en 1956.
Liberados los marroquíes del colonialismo francés, la idea del "Gran Marruecos" defendida por el Istiqlal, el partido de la independencia, pasaba por recuperar los territorios de Ifni y el Sahara Occidental. Mohammed V impulsó una amplia campaña popular contra la ocupación española de los territorios africanos y las manifestaciones de descontento popular se recrudecieron.

En abril de 1957 la situación se desbordó y Franco decidió enviar dos banderas de la Legión a El Aaiún, en junio de ese mismo año.

El 23 de noviembre el Ejército de Liberación Marroquí, alentado por Rabat, decide intentar tomar la plaza militar de Sidi-Ifni a la  vez que se lanza a la conquista del Sahara español, a unos doscientos kilómetros al sur.

Los soldados resistieron en un primer momento el envite, pero no estaban preparados para la guerra de guerrillas que les planteó el enemigo. En el espacio de dos semanas el empuje de los continuos ataques marroquíes hizo replegarse a los militares españoles, que abandonaron los puestos de vigilancia y las poblaciones cercanas. Finalmente quedaron bajo asedio en la capital durante los meses que duró la contienda.

La acción de las tribus de la región fue clave, ya que interceptaban las rutas de suministros destinadas al ejército español y emboscaban a las patrullas que circulaban desprevenidas por el desierto. Las condiciones materiales del Ejército español, con un armamento obsoleto no ayudaban a una difícil lucha entre arena y piedras. A pesar de todo, la plaza militar de Sidi-Ifni mantuvo su perímetro defensivo y rechazó la invasión.

Mientras tanto, la lucha se recrudecía en el Sahara Occidental, donde el rebautizado Ejército de Liberación Saharaui había abierto varios frentes tras reorganizar sus efectivos. Este fue el escenario donde marroquíes y españoles concentraron sus fuerzas militares.

El Ejército del Aire español, en pleno proceso de reemplazo de sus viejas unidades, tuvo que defender entre octubre de 1957 y abril de 1958 el territorio de Sidi-Ifni con armas obsoletas repotenciadas de emergencia, porque EE.UU. le prohibió el uso del armamento transferido por el tratado de amistad en 1953 en una guerra considerada por el gobierno americano como de carácter "colonial".

Resultó que aquel glorioso ejército carecía de casi todo: Los aviones eran antiguallas de los años treinta; los Junkers que a falta de bombas lanzaban bidones de gasolina provistos de un sistema de explosión artesanal ideado por un teniente paracaidista; los soldados del SMO calzaban alpargatas para combatir en un terreno abominable de arena y piedras; cargaban todavía con una manta y su ración alimenticia se reducía muchas veces a un chusco y una lata de sardinas; para socorrer a los asediados, que se les lanzaba el agua dentro de neumáticos de camión, a falta de envases mejores, que reventaban al llegar al suelo; la puntería de los aviadores era tan mala que disparaban contra soldados propios que salían desesperados de los fortines en busca de agua y comida; para las comunicaciones, se usaban radios de carga a pedales… Una pobre defensa llevada a cabo con “vieja chatarra cuidadosamente remendada”, como escribiría el general Casas de la Vega.
                                                         
Como no se podía culpar oficialmente a Marruecos, dados los intereses económicos en la región y la presión de Estados Unidos para la descolonización del territorio, y puesto que a Francia no le interesaba dar publicidad a sus actividades militares, se encontró un culpable perfecto: el comunismo internacional. Los españoles sólo veían en las pantallas de los cines que el conflicto había sido provocado por un grupo de mercenarios y terroristas bolcheviques, y que no había por lo que preocuparse.

Pero una vez terminada la guerra, o al cabo de pasados unos años del final de la misma, bien se pudo encargar a los cineastas del momento, que escribieran varios guiones cinematográficos que sirvieran para mantener vivos con sus películas, los recuerdos de aquella etapa de nuestra historia y de nuestros héroes. 

Mi querida España.

En el apartado de reflexiones de este blog, quiero hoy incluir un tema de actualidad. 

Un artículo de Adolfo Cano Ruíz escrito en su blog el día 21 de julio de 2015.                http://veteranosdeifni.blogspot.com.es/


España, esta España nuestra a la que muchos amamos y otros parecen despreciar, está viviendo momentos febriles de una enfermedad de complejo diagnóstico. Ya  decía el insigne español D. Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) en relación a Cataluña:
“La sinceridad me obliga a confesar que este movimiento centrífugo es peligroso, más que en sí mismo, en relación con la especial psicología de los pueblos hispanos. Preciso es recordar, así lo proclama toda nuestra Historia que somos incoherentes, indisciplinados, apasionadamente localistas, amén de tornadizos e imprevisores. El todo o nada es nuestra divisa. Nos falta el culto de la Patria Grande. Si España estuviera poblada de franceses e italianos, alemanes o británicos, mis alarmas por el futuro de España se disiparían. Porque estos pueblos sensatos saben sacrificar sus pequeñas querellas de campanario en aras de la concordia y del provecho común”.


Estas palabras de D. Santiago ya nos dice  que España sufre de una enfermedad propia del país, es algo endémico, no tenemos culto a la Patria Grande.
Ante un momento de debilidad, agazapado, estaba un virus que con cantos de sirena y juegos de tocomocho, han convencido para dejar entrar en el conducto sanguíneo de esta España enferma, así hoy lo que era complejo el dar una solución lo es doblemente.


Yo creo, que tenemos lo que nos merecemos, aunque la verdad que me siento mal, porque aquí en Alicante, donde resido, en el nuevo grupo municipal la concejala de juventud se declara  tortillera, bollera, feminista, animalista; la concejala de cultura de Madrid, algo de lo mismo. Todo un ejemplo. Tendría que salir el Sr. Zapatero a poner un poco de orden en este patio de colegio en parte creado por el PSOE.
Yo por ser un antifranquista estuve  15 años refugiado político en Francia (1960 -1975) nunca fui un extremista, tanto, que me dan asco por romper la concordia. Hoy con ochenta años me da pena de que los españoles seamos tan “gilipollas”. Solo puedo ver lo que pasa desde mi balcón.
Qué razón tenía  D. Santiago “endémicopodeismo”.